
En una semana, las cosas pegan un giro de 360º. La calesita da vueltas y este niño parado allí, haciendo equilibrio y tratando de no caerse. Más que parado, acostado, boca abajo, con una mano completando el círculo que dibuja el andar con una ramita y con la otra aferrándose al caño para no tambalear.
El dueño del partido más popular de la Argentina, más populista que popular si desean, algún día especificaré las abismales diferencias; preguntó en tierras catamarqueñas “¿a quién le tienen miedo adelantando las elecciones provinciales?”; ¿por qué no se realizan junto a las elecciones nacionales en el mes de Octubre, para certificar la constitucionalidad y legitimar la democracia?”; y se preguntó un par de veces “¿tienen miedo de perder?”.
El ingeniero millonario, quizá al igual que el otro, por ingeniero no, claro, coincidencia entre los dos al fin, lo cual no es poco; ideó programar la anticipación de las elecciones en su distrito. Parece que las encuestas obligan a tomar decisiones y cambiar de dirección. A falta de asomarse por la ventana para ver la real realidad, como diría un personaje de Gasalla, buenas son las encuestas.
Quizás sea hasta más fácil pagar encuestas prostitutas que “enamorarse” por motus propio. De todos modos, madura el niño, los sociólogos no tendrían trabajo, no? Porque son éllos los que gastan suelas de caminar y recorrer los barrios bajitos no sólo de la capital federal. En fin, eso es pro.
Ahora bien, para detener la fuga de cerebros del partido mayoritario en las cámaras, aquel que gritaba, casi como lo hace su señora esposa, con maestría ciruelense; minorizó la caída de su partido en las elecciones de aquella provincia; y leyendo con un ojo el resultado de las indagaciones sociológicas, y repasando con el otro, llega a una conclusión; llama a la señora y a que no saben qué? se proclama en Chubut, el adelantamiento de las elecciones proyecto mediante.
A este estrepitosa contradicción se le anexa otra, quizás más ruidosa aún, la “opo pro” rechaza el adelantamiento electoral que éllos mismos propusieron.
Señores, el oficialismo no sabe qué quiere y la oposición no sabe qué no quiere. En el medio, mejor dicho en “su” medio, en medio de éllos; a que no saben quiénes estamos?
P.D. ¡qué chiquita que quedó Lita de Lazzari y Elena Cruz al lado de Susana!

